Todos somos vulnerables (Columna)

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Qué hacer ante las críticas destructivas.

Por Doctora Sara.

Todos, de alguna manera u otra, nos reforzamos con la mirada del otro; hasta el más fuerte necesita una palabra de aliento, apoyo, reconocimiento, impulso. ¿Y quién no se regocija con la “mano que acaricia el lomo”? O sea, ¿quién no se siente halagado con un piropo, una frase seductora y hasta una declaración de afecto?. El feedback de los otros nos permite crecer y reinventarnos.

Pero ¿qué ocurre cuando maliciosamente recibimos críticas destructivas, consejos no pedidos, observaciones negativas y opiniones desalentadoras, cuyo único objetivo es debilitarnos e impedir nuestro progreso y consecución de nuestros sueños?

Debemos entender que a pesar de no parecerlo, esa actitud NO ES PERSONAL, es decir, no es contra nosotros. La forma en que el otro reacciona para bien o para mal, solo habla de quién es el otro. No tiene nada que ver con nosotros. Es así, como el negativo esta poniendo de manifiesto su negatividad, ya sea con nosotros o quien se le ponga en su camino. Su negatividad demuestra su propia disrupción interna. Quien mal está internamente sólo ventilará malas cosas que impactarán a quienes están cerca.

Por eso, si tu jefe te grita, un transeúnte te insulta, un conocido te  falta el respeto, piensa: “Qué mal está esta persona”, y actúa con tranquilidad y córrete de lugar. Puedes defenderte inteligentemente; total, el problema no eres tú sino el otro, y su desequilibrio emocional.

* La Doctora Sara Malagold es psicóloga y neuropsicóloga; nació en Uruguay y ha vivido en Argentina, en Israel y actualmente reside en Nueva York, donde atiende consultas privadas y trabaja para el Departamento de Educación